...il eut suffi
d’un souffle maritime et de silences
posés bas sur tes joues
comme des anges défaits et quotidiens,
quelque trace de l’herbe de ces collines, là,
tachant le drap où se replie l’âme au matin
de l’inconnu vertige.
...hubiese sido suficiente
un soplo marítimo y algunos silencios
posados bajo en tus mejillas
como ángeles deshechos y cotidianos,
alguna traza de la hierba de esas colinas, ahí,
manchando la sábana donde se dobla el alma, en la mañana
de desconocido vértigo.
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